Dormimos hasta tarde, porque ayer a la noche salimos a festejar el Anio Nuevo Chino (es el anio de la Rata, asi que estaban Mickey y Minnie por todas partes, tan gracioso!) con los chicos y unos amigos argentinos que tienen aca. El festejo estuvo bueno, con fuegos artificales y un show en Chinatown, con mucho estruendo y demas. Despues fuimos a tomar algo a Clark Key, una zona de bares, donde como siempre, estaba lleno de personas.
Asi que hoy durante el dia arrancamos tranqui y fuimos a la East Cost, almorzamos en uno de los clasicos restaurents chinos de pescado, muy diferente, y despues hicimos una larga caminata por la costa, hablando de cosas muy interesantes con Lu y Sol (la novia de Drulo).
Pero nuestras energias las guardamos para la noche, ya que el zoologico de Singapore ofrece como una de sus atracciones el Night Safari, que desde 1994 viene ganando varias veces el premio de la atraccion del anio.
Los animales que vimos duermen gran parte del dia, y en la selva cazan durante la noche (en este caso salian a comer lo que se les habia dado, bien cerca del tren cosa de que tuvieras a animales a menos de un metro). El parque del zoologico es bien selvatico, tupido, como debe haber sido originalmente Singapore. El habitat de cada una de las 120 especies que viven esta perfectamente ambientado, muy muy pro.
La entrada es super accesible, US$ 20, y considerando que el safari nocturno de Argentina sale $70, el singapurense es un regalo (estaba demasiado bien hecho!).
La entrada incluye un paseo en un trencito de 45 minutos que recorre 3km por el medio de las jaulas, lo que por momentos te permite estar muy muy cerca de los animales (y como no se asustan porque estan acostumbrados, ellos mismos se acercaban tanto!).
Lo mejor: los rinocerontes masticando como dinosaurios; las hienas moviendose igual a las de El Rey Leon; los murcielagos de la selva (3 veces mas grande que uno de ciudad) volandote arriba de la cabeza (con Lu estuvimos mirando a uno que comia una naranja a menos de 30 cm!); un leopardo que nos paso a 5 centimetros (a traves de un vidrio tipo el del auto de Tomi, no teman!); un elefante con cuernos de marfil eternos, el mas perfecto que vi en mi vida, tan alto, tan imponente, que te daba tristeza por todo lo que les pasa; los osos hormigueros que si estirabas la mano lo tocabas; el rugido resonante del leon, protestando porque le habian sacado una foto con flash y los tigres en extincion, tan perfectos y majestuosos.
Asi que hoy durante el dia arrancamos tranqui y fuimos a la East Cost, almorzamos en uno de los clasicos restaurents chinos de pescado, muy diferente, y despues hicimos una larga caminata por la costa, hablando de cosas muy interesantes con Lu y Sol (la novia de Drulo).
Pero nuestras energias las guardamos para la noche, ya que el zoologico de Singapore ofrece como una de sus atracciones el Night Safari, que desde 1994 viene ganando varias veces el premio de la atraccion del anio.
Los animales que vimos duermen gran parte del dia, y en la selva cazan durante la noche (en este caso salian a comer lo que se les habia dado, bien cerca del tren cosa de que tuvieras a animales a menos de un metro). El parque del zoologico es bien selvatico, tupido, como debe haber sido originalmente Singapore. El habitat de cada una de las 120 especies que viven esta perfectamente ambientado, muy muy pro.
La entrada es super accesible, US$ 20, y considerando que el safari nocturno de Argentina sale $70, el singapurense es un regalo (estaba demasiado bien hecho!).
La entrada incluye un paseo en un trencito de 45 minutos que recorre 3km por el medio de las jaulas, lo que por momentos te permite estar muy muy cerca de los animales (y como no se asustan porque estan acostumbrados, ellos mismos se acercaban tanto!).
Lo mejor: los rinocerontes masticando como dinosaurios; las hienas moviendose igual a las de El Rey Leon; los murcielagos de la selva (3 veces mas grande que uno de ciudad) volandote arriba de la cabeza (con Lu estuvimos mirando a uno que comia una naranja a menos de 30 cm!); un leopardo que nos paso a 5 centimetros (a traves de un vidrio tipo el del auto de Tomi, no teman!); un elefante con cuernos de marfil eternos, el mas perfecto que vi en mi vida, tan alto, tan imponente, que te daba tristeza por todo lo que les pasa; los osos hormigueros que si estirabas la mano lo tocabas; el rugido resonante del leon, protestando porque le habian sacado una foto con flash y los tigres en extincion, tan perfectos y majestuosos.
